miércoles, 3 de septiembre de 2008

CUCARACHAS: La fiesta miserable


A las doce de la noche, cuando todo esta completamente oscuro, salen de un pequeño agujero del baño de una sucia y mal oliente casa un pequeño ser extraño café, enano, con horribles antenas y alas asquerosas...
-Ei, cuates .. ya pueden salir- (toca el mariachi), que comience la FIESTA!!!, sale Pepito, el cucarachón, con su gota de cerveza en las patas , que con solo arrojar un poco a su cara ya se había puesto totalmente borracho, - Chales Pepón, ya ni la muelas, todavía ni empieza el pachangón cuando tu ya andas bien "jarras"- dijo Rosita, la cucaracha más bonita pero preocupona.
Y así comenzó esta fiesta , con gotas de todos los sabores desde soda de naranja hasta la más refinada "champagne" , entre más sucio estaba mejor se ponían las invitadas e invitados, tan buena era la fiesta que hasta dejaron entrar a unas cuantas moscas.
Todos la pasaban "a todo dar", migajas por aquí , insectos borrachos y tirados por haya, alguno que otro enamorado en las esquinas, vaya que hasta juegos tenían, como el "chorizo columpiador", que fue un super exitaso, hasta que Marianito, el cucarachón mas glotón de todos, terminó devorandoselo.
Derrepente se vio una luz prenderse a lo lejos de la casa, justo cerca de la sala de estar, y unos pasos provocaron el silencio total de aquella tan entretenida reunión... -¡¡Es la doña CORRAN!!- dijo Ramón que estaba sentado en una dona y salio disparado hacia su (dieresis) guarida al ver que la señora entraba a la cocina , todos comenzaron a correr para todas direcciones hasta encontrar el escondite más cercano, pero Pepito , que había sido pisoteado por la multitud y que se había caído de borracho, se quedó en medio de la cocina, no podía moverse, sus patas no le respondían, en eso todos pudieron observar el pisotón que cayó sobre el pobre Pepito, después de un grito que dio la señora de la casa. Y así finalizó esta historia , que luego de ser una gran fiesta terminó con una matanza y olor a insecticida. Q.E.P.D. Pepe Botella y todos sus compatriotas. FIN.

SILVIA BRIZUELA


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